A veces perdemos las ganas por algo sin saber el motivo o el porque, a veces perdemos un poco el rumbo en lo importante, pero cuando algo en nuestro interior es de verdad acaba volviendo. Llevo casi cinco años sin escribir una sola palabra en uno de mis rincones favoritos, en un espacio que me servía de vía de escape en momentos y en un lugar donde podía hablar de todo a través de una de mis pasiones. La vida a veces te lleva a perder las ganas por cosas, el desgaste de tu entorno, la vida profesional, proyectos que consumen, que terminan o que empiezan, pandemias, etc. Muchas veces dejamos que las energías que nos rodean nos consuman, y muchas veces peleamos por cosas que no tienen solución y nos generan un desgaste enorme.
Y de repente llega la vida y te abofetea de tal manera que te despierta de un estado en el que te habías visto envuelto sin apenas enterarte, el ritmo frenético de consumo, posicionamiento social, de lo “socialmente correcto” que tiene que ser todo el mundo y te das cuenta de que lo realmente importante esta en tu entorno, en los pequeños detalles que hacen grande tu forma de vida, en lo que eres capaz de generar y lo que eres capaz de construir con tu forma de ser, con tu actitud. A veces me veo contagiado por todo lo bueno y lo malo que me rodea, y a veces necesito volver a lo bueno y lo malo que me pertenece, a un estilo propio, que no siempre es el mejor a ojos de un mundo crítico con todo lo que ocurre, pero que en lo personal reconforta ser uno mismo.
El origen de esta cita se le atribuye al dramaturgo y poeta noruego HENRIK IBSEN que decía: «Mil palabras no dejan la misma impresión profunda que una sola acción».
Más adelante en un artículo sobre The Post-Standard que cubría un banquete celebrado para debatir sobre periodismo y publicidad, el autor citó a ARTHUR BRISBANE diciendo: «Usa una imagen. Vale más que mil palabras».
El uso moderno se atribuye a FRED R. BARNARD que escribió la frase en la revista comercial de publicidad Printers 'Ink, promoviendo el uso de imágenes en anuncios que aparecían en los costados de los tranvías.
Sea como fuere, la idea principal hace referencia al poder que tiene una imagen frente a la descripción. Estemos de acuerdo o no, ya que una buena descripción puede contener aspectos difíciles de captar en una imagen, la gastronomía siempre agudiza nuestros sentidos, y como en un articulo no podemos compartir sabores, aromas y texturas en GASTRÓPATA utilizaremos el sentido de la vista para trasladar de la forma más certera las delicias que nos ofrecen los restaurantes y sus profesionales allí donde nos encontremos.
... y quien escribe cuentos le ocurren cosas, este es el anillo mágico del que habla Andrés Neuman en su "Nuevo decálogo de un cuentista".
El cuento es un agente motivador que despierta interés en el lector. Un relato breve con incidentes reales y o imaginarios, y un desarrollo argumental sencillo.
A los GASTROPATAS, nos ocurren cosas siempre que visitamos un espacio dedicado a la gastronomía y nos encanta contarlo y compartirlo. Nos gusta disfrutar de nuestras incursiones gastronómicas, de la hospitalidad de los profesionales que nos abren sus puertas para compartir su saber y su experiencia al frente de su cocina, y nos encanta, divierte y emociona catar y degustar cada bocado que nos llevamos a la boca. Esta adicción por la gastronomía se comparte... si te consideras un GASTROPATA, este es tu espacio.
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