Madrid – Noviembre de 2015
De paseo por Madrid, entramos en lo que por su nombre podría “NO” ser un restaurante. Un juego de palabras casi obligado y fácil, todo sea dicho.
En la puerta una joven atractiva, nos recibe y acompaña hasta la mesa donde nos vamos a situar. Un espacio agradable y diáfano, pero al mismo tiempo se hace acogedor y casi intimo. La situación de las mesas y el propio ambiente del local hace que uno se encuentre como en un reservado.
Con la carta, nos traen las bebidas que habíamos pedido en el momento de tomar asiento. Es aquí cuando se nota en ciertos detalles, la intención de este “NO.RESTAURANT”, en darle un aire de selección a su servicio. El agua, NUMEN, es un agua premium que en su política de marca se define como producto exclusivo.
El personal de sala y en especial uno de los camareros, muy educados y pendientes de las mesas en todo momento. Para empezar nos traen fuera de carta y como entrante un “Humus de garbanzo”, muy bueno. De primero y para compartir ensaladilla rusa de langostinos con caviar de salmón y gressinis, la ensaladilla perfecta, la mahonesa muy sabrosa y la combinación muy sugerente.
Continuamos con otro plato que bien podía ser una serie de dibujos animados, “Dragón Roll”! Uno que desde pequeñito es aficionado a DRAGON BALL, este plato tuviera o no buena pinta, que la tiene, estaba obligado a pedirlo solo por curiosidad. Y la curiosidad en este caso no mato al gato, si no que lo dejo muy contento, estaba delicioso.
Como el siguiente plato arroz meloso al azafrán con chipirones y carabineros, este recomendado por la camarera al pedir, es uno de los referentes en este “NO.RESTAURANT”, (siento ser insistente con la gracia pero a mi este nombre ya no se me olvida) y realmente estaba muy, muy bueno, decir que los carabineros venían completamente pelados pero con las cabezas, otro detalle que particularmente me ha resultado curioso.
Fuera de carta también, una selección de boletus, que en las fechas en las que estamos tenemos que aprovechar. De por si este plato no me despierto mucha ilusión inicialmente, una selección de buen producto que tiene buen sabor, pero la salsa que estaba bajo una montañita de setas estaba deliciosa, tanto es así que como ya había terminado con las setas no pude resistir la tentación de echar un par de barquillos a navegar.
En los postres, siempre tiro hacia las frutas del bosque, chessecake con arándanos azules y frambuesas, tremendo.
Un sitio joven, moderno, desenfadado y con un toque de exclusividad, perfecto para volver.
Ambiente: 9
Personal de Sala: 9
Platos: 9
SENSACIÓN: 9







