Coruña – Octubre de 2015
Entrando en María Pita por puerta real, se encuentra un restaurante que gracias a una nueva recomendación conocemos hoy. Nuestro trabajo diario nos permite reunirnos entorno a una mesa para tratar temas de negocios. Esta es una de las mayores virtudes de nuestra profesión, para alguien como yo claro.
Como decía tres personas en un restaurante tratando temas variados, lo mejor de esto es que somos tres para comer y para pedir. Esto permite degustar al menos un par de recetas más de lo habitual, ¡es fantástico!.
Pero centrándonos en temas culinarios, como casi siempre cuando llega el camarero la pregunta obligada es: ¿Cual es el plato que más se sirve en este restaurante?. Por norma general la gente sabe lo que le gusta, y casi siempre el plato que más se sirve en un restaurante suele ser su especialidad, o su mejor presentación.
Nos contesta muy seguro, CHULETÓN.
Vamos a ir por partes, y pronto llegaremos al chuletón. Nos recomiendan tres entrantes, de los cuales dos me tienen buena pinta y el otro no me resulta tan atractivo. Zamburiñas gratinadas al horno con mahonesa de naranja y limón, sencillamente geniales, para quien le gusten los cítricos es perfecto. Bombones de foie con cobertura de ciruela, sorprendentes, tanto en textura como en sabor.
Las Croquetas de marisco son de centolla, buey de mar, carrillera de rape y erizo de mar, para mi gusto un poco fuerte de sabor, demasiada mar en una sola croqueta, este es el menos atractivo.
Y llegamos al Chuletón, hecho al punto, con un plato de piedra en el que seguir manteniendo el calor de la carne e incluso pasarla un poquito más si fuese necesario, a mi me gusta la carne al punto. Soy muy de carne, y este chuletón acompañado con sal maldon esta ¡ES-PEC-TA-CU-LAR!.
A uno de los comensales que no quiso degustar este fantástico chuletón le sirvieron entrecot con foie y reducción de vino tinto y cebolla caramelizada, que estaba también merece la pena probar.
Los postres, tres diferentes, este si es un buen final, crema de manzana con helado de yogur, coulant de chocolate y coulant de avellana, cada uno de ellos perfectos para rematar una buena jornada gastronómica.
Y para terminar algo que me llamo la atención, no tomo café por lo que no se si es habitual, pero uno de mis compañeros pidió cafe con hielo y cual es mi sorpresa que ¡el hielo estaba echo de cafe!, muy ocurrente.
Ambiente: 7
Personal de Sala: 9
Platos: 9
SENSACIÓN: 9
Namoreira.
