Coruña – Octubre de 2015
Una mañana cargada de trabajo, se hace más amena cuando te llama un buen amigo y te dice las cuatro palabras mágicas, o por lo menos para mi, “te invito a comer”. Es música para mis oídos.
Situada en un lateral de la Plaza de España, un restaurante que hasta ahora no conocía, La Sartén de Coruña, y en el que ya antes de entrar me recomiendan pedir marisco y pescado. No es que sea un amante del marisco, puede ser porque al ser gallego llevo toda la vida disfrutando de los manjares de nuestra tierra. Hace 20 años en las playas de Cedeira se podían coger kilos y kilos de Berberechos, al igual que percebes en los alrededores de Valdoviño, e incluso en agosto con las mareas “Lagarteras”, en la “percebelleira”, de ahí le viene el nombre, podía disfrutar de percebes del tamaño de un dedo.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, el restaurante reformado con mucho gusto. El personal nos recibe como a reyes, puede influir un poco el que conocían a nuestro anfitrión. Nos sentamos, pedimos las bebidas y acto siguiente el jefe de sala nos empieza a presentar el producto fresco del día, que si de por si, alguno tenia muy buena pinta, además nos relatan todo un elenco de curiosidades, orígenes, y manipulaciones de cada una de las opciones que nos ofrecen.
Decidido el menú, y tras un corto periodo de espera, aparece el pulpo marinado con vinagreta y cebolla, es un plato sabroso pero se sirve frío, y no es que se haya quedado frío, sino que se sirve frío.
Para continuar una selección de mariscos del día, mejillones, almejas, vieiras, camarones, navajas, berberechos, cigalas y percebes, que la selección era casi más por la calidad de las piezas que por la variedad, porque había de todo y todo bueno.
Y para terminar una parrillada de pescado sobre patata cocida, merluza, lubina y atún rojo de Barbate, este ultimo especialmente sabroso.
Y el broche, un variado de repostería casera, sopa de chocolate blanco y frutas del bosque (la sopa de chocolate es fría, no es chocolate fundido), flan de huevo y queso, y tarta de queso fría con galletas y moras.
En lineas generales todo ha estado de nota, pero al final con los postres la sensación que me dejó se quedo algo escasa, aun así es un sitio muy recomendable para comer o cenar, si queremos tomar marisco especialmente, y donde el personal creo que es uno de sus valores más importantes.
Ambiente: 7
Personal de Sala: 10
Platos: 7
SENSACIÓN: 7











