Oporto – Junio de 2016.
Hace algún tiempo que es casi imposible poder tener un solo minuto para colgar unas fotos y escribir un par de lineas en GASTROPATA, por fortuna la carga de trabajo actual no me lo permite y como el blog es un “hobbie» para mí, el poquito tiempo que me queda se lo dedico a mi chiquitín y mi mujer. (Aunque a este comentario ella diría… «No nos haces ni caso!”)
Pero ésta es una buena ocasión para retomar el tema, todo sea por una obra de arte con raíces francesas pero origen portugués (si esta combinación la llevó al fútbol, es como decir que unimos a Zidane y Cristiano Ronaldo, el resultado es una champions league y ojo que soy culé y mi origen es gallego, pero sí, es como una champions league gastronómica) vivan las FRANCESINHAS.
Es la primera vez que no voy a escribir sobre un restaurante y mi sensación en él. Esto se debe a que en mi visita a Oporto, para suplir la que hasta ahora es el sumún de las Francesinhas, la que podemos comer en el «BUFETE FASE» he tenido que visitar 4 restaurantes diferentes.
Os podéis imaginar mi cara cuando… mejor os pongo en situación. Bajamos a Portugal por trabajo mi socio y yo, mi mente ya puede apreciar la fantástica combinación de sabores que produce una de estas maravillas. Ya es tradición el pensar… “hoy no como y me pongo las botas con tres Francesinhas”, dicho y hecho. Pero el devenir del viaje es algo más controvertido. Primero paramos a dejar el coche de mi socio en Betanzos (así sólo viajamos en uno) y él sí que quiere comer, es lógico, tenía hambre el pobre hombre (el rarito de la historia soy yo). Se pide una hamburguesa la cual tiene una pinta estupenda y yo intento resistirme y lo consigo, pensando en cómo me voy a poner al llegar a Oporto. Al terminar de comer, iniciamos nuestro viaje de tres horitas hacia Portugal. Un largo camino en el que mi mente recuerda la hamburguesa que se acaba de comer mi socio, el hambre que tengo y las ganas «voraces» de una Francesinha, estoy salivando. (desde diciembre «no me como una», este comentario no puede llevar a malos entendidos, estoy felizmente casado). Pues con esta sensación de voracidad, tres horas en el coche con la única expectativa de saciar mi apetito con tres fantásticas francesinhas de «Bufete Fase» y … !!ESTA CERRADO POR VACACIONES!! Casi me da un síncope.
¡Pues a ver como solucionamos esto!
Quedamos para cenar con una amiga que conoce un sitio perfecto para cenar, francesinhas claro, pero en el sitio donde la esperamos también hacen franceshinhas… y “ya no puedo más” como diría Camilo Sesto, y me pido una antes de cenar!!!
Está buenísima! (no es la de BUFETE FASE) y con el hambre que tenía apenas me duró un par de minutos. Cuando empezaba a plantearme pedir la segunda, Ana la amiga de la que os hablaba llega para llevarnos a cenar.
Otra sorpresa, la primera vez que veo una ¡FRANCESINHA DOBLE!, lo que se antojaba un fracaso de noche acaba dando un giro positivo y en «Casa D Amelia» sacio mi apetito por hoy, con una gran Francesinha doble. (aunque buenísima sigue sin ser equiparable a mi Bufete Fase).
Al día siguiente quiero comprobar si la primera de las francesinhas estaba tan buena o el hambre le ayudó un poco, y tengo que decir que sí estaba tan buena. Entra en mi top 5 de Francesinhas. Lamentablemente no recuerdo el nombre del sitio, un restaurante con terraza a pie de playa en Valadares, la única pista para llegar es que tiene al lado un par de pistas de Voley Playa.
Y por último, en el top 2 de preferencias “Francesinhanas”, en la Plaza de “San Playmobil”, no es que Playmobil tenga un santo pero desde hace unos años, a un buen amigo, le “Aparicio” que el santo de aquella plaza era igual que un playmobil, y cierto és que es igualito a estos muñecos. “Aparicio” es el apellido de mi buen amigo, todavía no me he vuelto loco, pero si que me gustan los juegos de palabras o chistes malos como dicen los que me conocen.
Falcao, es el sitio en el que podemos disfrutar de las mejores caipirinhas de Oporto y mi top 2 de Franceshinha, la combinación es perfecta.
Francesinhas: 10
Oporto: 10
SENSACIÓN: 10