Pontevedra – Diciembre de 2015

Hoy es uno de esos escasos días en los que el trabajo me da un respiro y puedo disfrutar de la familia. Mis suegros nos van a llevar a un restaurante en el que suelen cenar en Pontevedra y parece que va a ser una aventura, vamos con el pequeño “demonio de Tasmania”, no por malo sino por movido, así es mi pequeñín de 4 añitos. Además de hacer una pequeña mención a mi chiquitín, este dato lo menciono porque al entrar en el restaurante y pedir mesa, nos colocan al lado de grupito de parejas que también venían con sus retoños, por lo que la conclusión de este dato es: se puede venir con niños.

Hay una pequeña terracita en lo que debió ser un patio interior, habilitado por el propietario, y ahí los pequeñines no molestan, tengo que destacar que en este caso la velada fue sobre ruedas y mi campeón se porto como un santo… a veces un movil y “Pepa Pig” hacen milagros.

Pero volvamos al tema principal. En la carta había una pequeña representación de variedad de platos temáticos. Chino, Mejicano, Gallego y tengo que decir que el mejicano me gusto especialmente.

Empezamos con unos langostinos crocantes con salsa agridulce, envueltos sobre un finos hilos de rebozado, buenísimos. Digamos que de todos los langostinos rebozados que he probado en una larga lista de restaurantes entran en el top 10, intentare volver para repetir.

En segundo lugar nachos con cochinita pibil, tetilla y guacamole, oooole! La mezcla de un plato típico mejicano (cochinita pibil) con el queso gallego de tetilla es todo un acierto, la combinación de sabores es muy agradable y muy acertada, siempre que nos guste el queso claro. Perfecto, dos de dos, no hace falta nada más, si tengo ocasión repetiré.

Pero cuando vamos varios a comer, una de las cosas buenas es es la variedad de platos que se piden, seguimos con unas alitas de pollo con salsa barbacoa. Las alitas están muy sabrosas y se nota que llevan horas de preparación, pero la salsa barbacoa que las acompaña en este caso no me despierta ninguna sensación,  es diferente, pero me esperaba otro sabor del concepto barbacoa.

Y por último wok de lomo de vaca con fideos chineses y salsa teriyaki, otro pedacito de cultura gastronómica importada, están riquísimos, un restaurante gallego cocinando perfectamente un plato de origen asiático.

La verdad es que se puede apreciar un poquito de varias culturas en esta carta, variedad y calidad, un restaurante para volver.

Ambiente: 8

Personal de Sala: 9

Platos: 8

SENSACIÓN: 8

Envero