Coruña – Marzo de 2016
Hacía unos días que no escribía nada en GASTROPATA, entre el trabajo que me tenía un poco absorto, y que últimamente tengo un poco cansada la vista, no encontraba un hueco para poder colgar ningún comentario en el blog.
Hoy estreno mis gafas nuevas con anti-reflejante, (Opticalia La Torre) específicamente para cuando me siento delante de una pantalla, y qué mejor forma de estrenarlas que con un par de líneas pendientes.
Un restaurante en el que podemos encontrar un buen “abanico” de carnes es “El Charrua”.
Invitados por un recién conocido con el que “a la postre”, buen término estando en un blog de gastronomía jajaja, coincidiremos en varias ocasiones. No hemos siquiera mirado la carta, hoy pide nuestro anfitrión.
En la mesa estamos cuatro comensales, y para empezar nos sirven un provolone y tres choricitos criollos acompañados de salsa. No tarda apenas 2 minutos en desaparecer y continuamos con un par de fuentes de carne. Tengo que decir que la variedad y la materia prima estaba bien, pero como dijo uno de nuestros acompañantes… “quieres que el comentario sea… ¡escaso!” jajaja.
Si solo hubiésemos comido con lo inicial probablemente ese hubiese sido el comentario o el titulo de la cita en el blog, pero por fortuna pedimos otra carne más y una ensaladita para acompañar, mi socio también pidió un chorizo criollo, pero por desgracia este último nunca llego a la mesa, no sabemos si por despiste o porque no llegamos a pedirlo, el caso es que como nos quedamos bien no tuvimos intención de averiguarlo. Cuatro comensales hablando en bandos de dos en dos, puede ser que nos despistáramos…
Lo que si pedimos fue el postre, que acabó siendo lo que más me llamo la atención, muy rico y bien presentado.
Como diría mi compañero de fatigas, “tú eres muy agradecido para todo lo que se trata de comer”, pues bien, hoy me voy agradecido.
Ambiente: 8
Personal de Sala: 7
Platos: 7
SENSACIÓN: 7




