Oporto – Noviembre de 2015
Hoy es uno de esos días felices en los que te levantas con la sensación de que algo extraordinario va a suceder. Por motivos de trabajo, tengo que hacer un viaje a Oporto, uno de esos parajes en Portugal en los que todo el mundo debería estar al menos una vez en la vida.
¿Cual es el motivo de esta inquietud?, teniendo en cuenta que estábamos mencionando que es por motivos laborales se podría pensar que es porque se llevará a cabo algo positivo para nuestra empresa. Pues aunque el día termine de esta manera, algo positivo para la empresa, no es por esta circunstancia.
Una palabra, “FRANCESINHA”, esto es lo que hace que hoy tenga una sensación de alegría, porque al mas puro estilo de “Crónicas Carnívoras” hoy tengo un reto, comer 3 Francesinhas en el que para mí es uno de los mejores sitios de Oporto, en cuanto a Francesinhas se refiere, BUFETE FASE.
Pero retomando el hilo de como transcurre la jornada. Un largo día de trabajo en La Coruña, hace que la salida para Oporto se demore hasta las 16:00 horas. La única cosa positiva de esta circunstancia, si esto se puede considerar positivo, es que al no poder hacer una pausa en toda la mañana ¡NO HE COMIDO NADA!
Antes de salir, y lo tuve que pensar varias veces, me planteo parar a comer algo por el camino. Pero una idea me ronda la cabeza… ¡3 FRANCESINHAS!
Para los que alguna vez habéis tenido el gusto de probar una francesinha, entenderéis que no es una tarea fácil llegar a ingerir 3 unidades de esta fantástica receta tan peculiar, pero hoy es el día, me siento con fuerzas y encima forzaré un poco mi apetito … ¡PASANDO SIN COMER!
El camino se hace eterno, casi 3 horas de viaje parecen tres días enteros.
Pero llegamos a Oporto y antes de encaminarnos hacia esta gran hazaña, recogemos a un buen par de amigos que son los artífices de que conozca uno de los sitios donde más disfruto comiendo.
Una situación curiosa, nada más entrar (tú pagas, esto es lo que diría mi socio a raíz de un monologo de Dani Rovira) nos preguntan si tomaremos 3 francesinhas, y un buen amigo deja con la boca abierta a la camarera cuando responde: “Tres solo para él” refiriéndose en este caso a mi. La camarera no da crédito a lo que dice y sin hacer mucho caso solo nos prepara tres, una para cada uno de los comensales. Apenas acabada la primera, pedimos la segunda y esto no es raro porque siempre que como aquí pido dos. Lo raro es que después de terminar con la segunda nos aventuramos a la tercera, que en apenas 5 minutos también desaparece del plato. Parece ser que no es muy habitual que alguien se coma 3 francesinhas, a juzgar por la cara de sorpresa que ponía el personal del local y más tarde la gente que esperaba la cola para entrar pocos han tenido esta osadía, si es que se puede denominar así.
Tengo que reconocer que si hubiera forzado un poquito más, no se si me hubiera comido la cuarta completa, pero media más seguro.
Un gran día, un gran local, una gran compañía y sobre todo una gran cena gracias a una gran receta. Es una de las alegrías de vivir, poder disfrutar la gastronomía de esta manera. Un local aparentemente normal, con una entrada pequeñita, en el que el ambiente no es una de cualidades de este sitio, nunca hubiera entrado si no me lo hubieran recomendado. Pero hay que reconocer que las manos por las que pasan miles de francesinhas al año en este local son únicas, porque he comido varios tipos de francesinhas en Portugal, pero como en este sitio ninguna.
Mi más sentida ENHORABUENA por hacer disfrutar cada día a todas las personas que comen en este sitio tan SENSACIONAL!!!!
Ambiente: 5
Personal de Sala: 7
Platos: 10
SENSACIÓN: 10
